Me quiero centrar hoy en las etapas del camino que nos cuesta recorrer
Y deseo hacerlo ya que compartir estas etapas, y cómo nos sentimos en ellas, así como ser escuchadas cuando las recorremos, es una necesidad para muchas madres en la actualidad.
Escucho en repetidas ocasiones de muy diversas mujeres que en algunos momentos de la crianza lo que experimentan es cansancio extremo, rabia, impotencia e indefensión.
Y que con la esperanza de ser comprendidas en sus emociones comparten con su entorno cómo se sienten. La mayoría de las ocasiones no encuentran lo que buscan. El apoyo que reciben viene envuelto en “consejos” que lejos de ayudarlas les provocan mayor inseguridad y culpabilidad.
Porque además, dependiendo de con quién hablen, los consejos pueden ser opuestos entre sí, alejados de sus circunstancias vitales, de las necesidades de sus hijos y de las suyas.
Madres, en la maternidad (como en la vida misma) hay etapas difíciles. Expresar esta realidad no nos convierte en buenas ni en malas, en egoístas, ni en mujeres menos amorosas…ni en un largo etc.
Simplemente, a mi parecer, expresar y compartir nuestro recorrido por diferentes etapas NOS HUMANIZA.
1. Curvas

Creo que esta etapa es una de esas que se repiten o tal vez siempre esté presente y lo que varía es la intensidad de las curvas.
La concepción, el embarazo, los abortos, el parto, la vuelta a casa con nuestro bebé, la lactancia, el biberón, el sueño, el insomnio, los días, las noches, colecho sí o no, el destete, la alimentación, la guardería, el colegio, y un sinfín de asuntos más.
En la carretera es difícil a veces intentar ajustar la velocidad para no ir ni muy rápido ni tampoco demasiado despacio al tomar las curvas. Ese equilibrio en la crianza puede vivirse como una tensión constante. No sabes si la siguiente curva que viene es a la derecha o a la izquierda, si es cerrada o abierta. Tú campo de visión es más reducido que en las rectas.
A veces los paisajes de curvas están en sitios espectaculares, pero no los disfrutas lo suficiente por estar pendiente de tomar la curva con precaución, incluso con algo de miedo.
Hoy sabemos que el aprendizaje NO es lineal.
Así es para nuestros hijos/as y así es para nosotras.
¿Cuántos años tienen tus hijos/as? Mi hija cumplirá pronto 4 años. Así que mi edad como madre, mi nueva identidad tiene esa corta edad.
Estoy aprendiendo…
2. Cuesta arriba

Hay momentos, días, rachas en la crianza que te sientes como si estuvieras subiendo una pendiente cuesta arriba.
- Empieza el día, no has dormido bien, estás agotada y piensas todo lo que tienes que hacer hoy.
- De repente te llaman de la guardería/colegio que tu hijo/a está enfermo, estás trabajando y no cuentas con apoyo.
- Tu hijo/a acaba de cumplir 2 años.
3. Rotondas

¡¡2 años y llegan las rotondas!! Esto es un decir porque a los 4, los 6, los 12, los 19 y hasta los 43 años las rotondas siguen existiendo.
Rotondas = Rabietas
- ¿Habéis entrado alguna vez a una rotonda sin tener clara la dirección y habéis empezado a dar vueltas?
- Y después de un rato, ¿os ha pasado que tomáis una salida sin demasiada certeza, atravesáis unos cuántos metros de línea recta y llegáis a otra rotonda?
Si habéis vivido esta experiencia, tal vez hayáis sentido mareo, inseguridad, frustración, desesperación. Quizás os hayáis sentido perdidas.
Pues eso, las rotondas.
4. Stop

Acompañando las rabietas de nuestros hijos/as o en diferentes situaciones en la crianza llega un momento en que una ve la señal de stop.
Y verla, para mí, es un propósito y una intención consciente.
Son esos momentos en los nos sentimos sobrepasadas, al límite de nuestra paciencia, nos damos cuenta que está desatándose nuestra ira, rabia y agresividad. Y reconocemos que, en ese instante, seríamos muy capaces de darles un tortazo.
No lo hacemos, vemos la señal, frenamos y paramos, respiramos hondo, tal vez nos retiramos un momento e intentamos encontrar algo de calma.
5. Camino cortado

Vamos caminando, atravesando distintas etapas, no dormimos demasiado, estamos cansadas, intentamos buscar información sobre ese asunto que nos preocupa de la crianza de nuestros hijos/as, lo comentamos con nuestras personas cercanas. Planificamos, organizamos y ejecutamos millones de cosas. Nuestra cabeza no para, ni de día, ni de noche. Nuestro cuerpo nos duele. Y emocionalmente vivimos en una montaña rusa.
Y llegamos al punto de la foto. Percibimos que no podemos más, que no podemos seguir así, que necesitamos hacer un alto en el camino y buscar otros senderos.
6. Camino estrecho

Son esos días, momentos, en los que aunque el paisaje sea maravilloso, cualquier cosa que te roce te molesta, te duele…. Todooooooooooo.
Y es que te sientes recorriendo un camino estrecho en un frondoso bosque y deseas ya llegar a una explanada. Te gustaría ver una señal, un apoyo, un algo para no sentirte tan sola en la inmensidad.
7. Isla desierta

Escucho a muchas madres haber soñado en algún momento con poder desaparecer y tele transportarse a una isla desierta. Desierta y secreta les digo yo, ¡para que no nos encuentre nadie por un ratito!
8. Arco Iris

Termino con esta etapa del camino que eclipsa y da sentido a todas las demás.
Distintos colores que conforman una luz límpida: AMOR, plenitud, felicidad, orgullo, ternura y tantos otros que experimentamos en nuestra relación con nuestros hijos/as. En esa mirada, en ese tacto, en ese abrazo, en esa primera vez que nos llaman mamá, en esos juegos, risas, mimos…
- ¿Has atravesado alguna de estas etapas? ¡o quizás otras!
- ¿Cómo te has sentido recorriéndolas?
Me gustaría mucho que las compartieras, aquí abajo en los comentarios:
Me gusta mucho cómo lo explicas,tengo dos niños de 6 y 8 años. Para mí lo más difícil es salir de las rotondas cuando busco diferentes formas de hacer las cosas pero no dan resultados. Por lo menos sé que tengo más paciencia de la que podría imaginar porque algo tan básico como comer y dormir a estas edades ya tendría que estar superado y ahí seguimos, en la rotonda. Buscando cuál es la manera respetuosa de salir de ella. Reconozco que a veces se apodera de mi la ira,la frustración y el cansancio.
A pesar de todo intento todos los días llegar al arcoiris y entonces es maravilloso.
Muchas gracias Natalia, me gusta mucho la manera que tienes de ver la maternidad y a estos locos bajitos que son nuestros hijos.
Muchas gracias por tus palabras, consejos y experiencias. Me ayudan a creer más en mi como madre.
Me alegro de poder ayudarte a creer más en ti Eliana!! De hecho me hace mucha ilusión!!
Un abrazo grande y seguimos creciendo y creyendo en nosotras..
La realidad pura y dura la describes en estas 8 etapas. La etapa de las curvas, para mí, la más compleja, la más tensa. Ahora que de nuevo estoy embarazada, recordaré en esta etapa que a veces el paisaje es espectacular y debo disfrútalo.
Hola Natalia!
Me encantó este post!!!!! cada una de estas etapas las vivo constantemente con Luciana que casi cumple 3 y próximamente con el que viene en camino. Pero se siente tranquilidad saber que al final la etapa del Arco iris nos muestra la verdadera realidad de la maternidad, dificil, complicada, que duele, cansa pero que definitivamente es lo mejor que me ha pasado.
Que chevere haberte encontrado…
Un saludo desde Colombia
Que bueno y tranquilizante es conocer que no soy la única que pasa por esos estados.. Que el intentar acompañar a nuestros hijos muchas veces nos frustra y agota, pero el sólo instante en que te dicen mamá, te abrazan, te besan, te miran, deja atrás todo y te llena el corazón de energías para seguir en este camino de la maternidad aprendiendo.. Abrazos, desde Argentina