Llevo más de 12 años trabajando como Terapeuta Gestalt y Sistémica acompañando a muy diferentes personas en sus procesos.
Co-creando un espacio donde han podido mostrar, expresar y trabajar sus emociones, miedos e inquietudes.
Su ansiedad y estrés.
Su baja autoestima e inseguridad, su angustia.
Algunas me han solicitado ayuda por encontrarse inmersas en crisis de pareja o familia, separaciones.
Otras por sus problemas relacionales.
Algunas de ellas llegaban sintiéndose insatisfechas con su vida, no encontrándole el sentido.
Otras describían su sensación de estar viviendo en un un bucle sin encontrar la salida.
Por último, muchas de ellas me pedían ayuda y acompañamiento porque habían perdido a un ser querido.
¿Pero sabes?
Todas ellas, en mi opinión, estaban viviendo diferentes PROCESOS DE DUELOS
Desde mi experiencia personal y profesional he llegado a la conclusión de que cada situación o conflicto que nos llega en la vida está relacionada con este proceso. Sea cual sea el discurrir de tu vida, lo que acontece en el presente te lleva a abandonar el estado anterior en el que te encontrabas. La nueva situación nos cambia. De alguna manera no seremos los mismos que antes y habremos de asumir que algo no volverá. Por todo ello considero que encaramos duelos continuos en nuestras vidas.
El duelo de nuestra infancia, nuestra inocencia, nuestro adolescente. El duelo de la mujer u hombre que éramos antes de ser madres o padres, el duelo de la pareja que ya no seremos tras la llegada de nuestro primer hijo/a…
En esta época, estamos viviendo un tiempo difícil.
Un tiempo de pérdidas. Todos estamos viviendo distintos duelos.
Algunas personas han perdido su vida. Sus seres queridos están llorando su pérdida. Las circunstancias en las que se están dando están pérdidas son muy duras. Hay personas que han perdido su trabajo o su situación laboral y económica se ha vuelto inestable. Estamos encerrados en casa, solos o acompañados. Hemos perdido la libertad de desplazarnos, de encontrarnos presencialmente con nuestra familia y amigos. Hemos perdido nuestras rutinas y nuestro mundo cotidiano. Todos hemos perdido certezas, la aparente sensación de seguridad y normalidad con la que vivíamos.
¿ES NORMAL CÓMO TE SIENTES?
Si has sentido o sientes durante estas semanas miedo, incertidumbre, ansiedad. Si te sientes irascible, iracundo. Si has tenido dolor de cabeza, de estómago, palpitaciones y vas y vienes en esta montaña rusa de sensaciones y sentimientos. Tranquilo, es normal.
Puede que empezaras este confinamiento animado y con un montón de planes para hacer en estas semanas. Estabas positivo y con el firme propósito de mantenerte así. Y puede que, en este momento, ya no sea así. El encierro te está empezando a asfixiar, estás empezando a no dormir bien, tienes más presente que tu sueldo no estará tan asegurado como creías. Estás empezando a tener pensamientos catastróficos. Y no paras de preguntarte cuándo coño va a acabar esto.
Te mueves entre la tristeza y el enfado, el miedo, la incertidumbre, el sentimiento de soledad aunque estés acompañado.
ES NORMAL QUE TE SIENTAS ASÍ
Así reaccionamos los seres humanos ante el estrés y la incertidumbre. Nuestra vida ha experimentado un cambio radical de un día para otro. Y la vida habitual, tal y como la conocíamos, se ha esfumado.
No es una pesadilla. Es real y nos está afectando a todos de una u otra manera: ESTAMOS VIVIENDO PROCESOS DE DUELO.
Es decir, estamos atravesando los procesos emocionales que conllevan nuestras pérdidas.
Y es a través del proceso de duelo como podemos integrar la pérdida que experimentamos.
Me parece necesario ser conscientes de estar viviendo este proceso de duelo (sea el que sea).
Que las personas puedan identificarlo para no negar e invalidar lo que sienten y, puedan darse permiso para expresar sus emociones sin juzgarse por ello.
Vivimos en una sociedad que no sabe muy bien cómo tratar la muerte, las pérdidas, o el dolor que pueden ocasionarnos. Existe una dificultad en la normalización del propio duelo. Y estos procesos, en muchos casos, no pueden resolverse porque evitamos atender a nuestros miedos más profundos por temor al dolor, y así desatendemos nuestra esencia.
Esta pandemia también pasará, todo en la vida pasa, aunque ahora no sepamos cuándo ni cómo.
Y los procesos emocionales en los que estamos inmersos también pasarán. Ahora lo más seguro es que estemos recorriendo las distintas etapas o estaciones de paso que se dan en estos procesos.
Atravesarlas con conciencia podría ser una oportunidad para conocernos mejor y crecer, para redefinir nuestra vida.
La terapia y el acompañamiento al duelo facilitan este trabajo desde un vínculo seguro, la escucha profunda hacia la persona y la validación de lo que siente, piensa y experimenta. Poco a poco, la luz va haciéndose presente en este camino.
Si quieres saber más sobre este tema, o necesitas acompañamiento profesional para vivir este proceso, contacta conmigo, estoy aquí para ayudarte.
Gracias por este artículo!
Gracias Verónica, espero haya podido ayudarte.