¿Te has fijado en cómo hablan tus hijos e hijas?
Me gusta tener presente este asunto.
Además, me resulta interesante que pongamos atención no tan sólo en escuchar QUÉ dicen si no en CÓMO lo dicen.
¿Podemos reconocer nuestra voz escuchándoles?
¡Te propongo que lo observes!
Su voz interior (que le acompañará toda su vida) no se forma sola ni es innata.
Depende y se construye en relación, en contacto con otros.
Pongamos atención como madres en QUÉ les decimos a nuestros hijos e hijas, especialmente en lo que se refiere a lo que son o no son.
Las etiquetas son limitantes y hacen mucho daño.
Llevo años viéndolo en consulta trabajando con adultos a los que de niños les dijeron que eran buenos, malos, inteligentes, tontos, muy cariñosos, tímidos, torpes, valientes, muy movidos, pesados…
Da igual qué título lleve la etiqueta, cuando somos niños creemos que eso que dicen de mí (sobre todo papá y mamá) es lo que SOY y nos ponemos a serlo.
Cuando crecemos nuestra voz interior se ocupa de recordárnoslo.
Pongamos también atención como madres en CÓMO les hablamos a nuestros hijos e hijas. Ese cómo tiene un impacto emocional inmenso en ellos, en muchas ocasiones superior al impacto que les provoca lo que les decimos.
Tengamos presente que AHORA, ellos están aprendiendo a hablarse y esa voz la van a escuchar toda su vida (también cuando nosotras ya no estemos).
Me ha llamado la atención la frase: eso que dicen de mí (sobre todo papá y mamá) es lo que SOY y nos ponemos a serlo. Mi intención diaria es que ni nosotros ni el entorno etiqueten a mi hija con la simple frase de….uy, que vergonzosa. Este es un trabajo diario, ya que no quiero que piense que no puede decir o hacer algo porque ella es la tímida. Muy interesante esta entrada en el blog. Muchas gracias por tu ayuda.